domingo, 27 de mayo de 2012

Ciudadanía y educación social. La Educación Social en el municipio: Cultura y participación social.

La cultura y la ciudad son claves desde las que pensar los factores que favorecen, u obstaculizan, la inclusión social. En nuestros tiempos, hay que pensar la ciudad desde una perspectiva educativa.
Podemos considerar que nos educamos en la ciudad, que una parte importante de aquello que nos define, y de aquello en lo que devenimos, tiene que ver con los espacios que habitamos, con lo que ellos nos transmiten y ofrecen, con las formas de comunicación y convivencia que desarrollamos en ellos.
Los elementos que configuran una ciudad son los siguientes:
  • Territorio: el espacio físico diferenciado y delimitado que define a una comunidad.
  • Población: como el colectivo humano que habita y comparte un determinado territorio.
  • Necesidades, problemas, intereses y aspiraciones: que son compartidas y que conforman de alguna manera las demandas presentes y futuras de la población.
  • Recursos: aquellos que existen o aquellos que serían deseables.

El ámbito local se constituye como el espacio para la cultura por excelencia, y por ello necesita de la puesta en marcha de procesos educativos.
La ciudad tiene que orientarse hacia las personas, ejercer la co-responsabilidad y poder tomar parte en la toma de decisiones.
Así, los indicadores socioculturales que nos permitirán establecer de forma general los objetivos para el desarrollo de la cultura, estarían definidos por la cantidad y calidad de una red de espacios, instituciones, entidades y personas en interrelación a partir de:
  • Medios de información.
  • Instituciones y equipamientos
  • Espacios públicos abiertos.
  • Redes de asociacionismo y participación social.
  • Cooperación intermunicipal.

La cultura constituye el contenido educativo de la Educación Social en un doble sentido :
  • Una dimensión social que se ocupa y atiende al propio contexto cultural de la educación: es decir, de las instituciones, equipamientos, recursos y redes sociales que favorecen la inclusión social y la ciudadanía desde una perspectiva de pluralidad.
  • Una dimensión educativa que se centra en impulsar el desarrollo de individuos y colectivos y su participación en redes sociales amplias, incorporando la diversidad de sus formas de vida y de cultura.

Edgard Morin define los siete saberes necesarios para la educación del futuro, orientados a:
  • Superar las cegueras del conocimiento:
  • Enfrentar la complejidad.
  • Enseñar la condición humana.
  • La identidad terrenal.
  • Enfrentar las incertidumbres.
  • Enseñar la comprensión.
  • La ética del género humano.

Desde la pregunta, ¿cuál es hoy la cultura con la que trabaja el educador social? Se cree necesario plantear algunos riesgos en la definición de la cultura y de su relación con la
Educación Social: en primer lugar, sería un error una concepción de una cultura cásica y clasista, al artista individual o al ciudadano a mero receptor; en segundo lugar, sería un error también establecer diferentes “niveles” de cultura en función de clasificaciones ya agotadas de lo cultural; y un tercer error consiste en considerar como cultura de calidad o con valor, solamente aquella que ha sido o es producida por las sociedades occidentales o en su caso, aquella que ha sido “descubierta” por ellas. Esta mirada etnocéntrica de la cultura, supone dejar fuera una gran parte de las producciones culturales del mundo, o poner en valor ciertas tradiciones sólo cuando éstas han sido objeto de apropiación por parte de artistas o sociedades occidentales.

Por tanto, la cultura que la educación social puede desarrolla es:
  • Patrimonio humano común: el legado cultural, histórico y artístico.
  • Una cultura social y democrática. Una élite universal.
  • Una cultura plural, comunitaria y popular.
  • Una cultura de época, tecnológica y científica.

En el campo específico que nos ocupa, podemos definir de forma general las funciones del educador y la educadora social en el ámbito municipal como:
1. La mediación social y cultural.
2. La formación cultural y artística.
3. La gestión de equipamientos socioculturales.
4. La promoción de redes ciudadanas y asociaciones
5. El desarrollo de proyectos educativos y culturales.
6. La articulación de lo local y lo global.
7. La proyección cultural de la ciudad.

El municipio como espacio de participación

La participación requiere de un trabajo educativo previo: trabajar de forma colectiva, asumir la responsabilidad de un proyecto, capacidad de escucha, etc.
La participación se realiza a través de procesos educativos. El educador hace una función catalizadora y mediadora.
La participación implica decidir sobre que ámbitos quiere desarrollarse ésta, con que agentes sociales, acciones metodológicas necesarias.
Participar es implicar a las personas en lo público. Esto significa desarrollar diversos procesos:

  • Crear vínculos entre los agentes sociales
  • Establecer ámbitos, normas y límites de la participación
  • Crear procedimientos para la toma de decisiones: participar no es decidir sobre algo, es implicarse en un proyecto.
  • Establecer las fases de participación para un proyecto dado
  • Elaborar las formas de comunicación e información generales.
  • Establecer los mecanismos para dar respuesta a las iniciativas ciudadanas
  • Crear un sistema estable de participación, cooperación intermunicipal, establecer proyectos específicos de participación en áreas sensibles.

Poner en marcha un proceso de participación social. Los equipamientos de la ciudad como punto de partida.

Los equipamientos de la ciudad51, tales como centros cívicos, socioculturales o casas de la cultura, entre otros, pueden constituir el espacio físico y simbólico desde el que impulsar procesos de participación ciudadana orientados a la cohesión social y a promover la expresión de la ciudadanía favoreciendo el sentido de pertenencia a la localidad. La red de equipamientos socioculturales puede orientarse así en tres sentidos:
  • Dinamización global de la comunidad
  • La difusión y creación cultural: La cultura con vocación pública.
  • Participación y vida social: Reducir las desigualdades.

El centro sociocultural o cívico, se encargan principalmente de desarrollar el plan de acción cultural a través de las dos siguientes acciones:
  1. Programación cultural del municipio. Las acciones concretas que ejecuta son:
  • Servicios de información al ciudadano, de la propia ciudad y de información cultural y educativa en general.
  • Espacios y servicios permanentes de libre acceso.
  • Actividades culturales, educativas y lúdicas s cercanos, salidas
  • Espacios permanentes de encuentro y trabajo para las entidades y asociaciones
  • Recursos de formación y asesoramiento a individuos y colectivos.
  1. Participación ciudadana y asociacionismo. Las acciones concretas que se realizan en este ámbito son:
  • Implicar a asociaciones y ciudadanos en la programación anual
  • Fomentar espacios de relación y encuentro a través de la cultura
  • Promover la coordinación y colaboración de las distintas asociaciones
  • Actividades de formación y apoyo a las asociaciones
  • Promover el asociacionismo de los ciudadanos y la creación de nuevas entidades.
  • Participar de redes culturales y proyectar el centro en el exterior

El proyecto cultural en el municipio.

Pensar el municipio en su contexto tiene como objetivos:

  • Definir las necesidades culturales de la población a largo.
  • Promover desde una perspectiva en red con los municipios cercanos.
  • Favorecer la movilidad de los ciudadanos.
  • Constituir un programa cultural capaz de articular el municipio como un centro de cultura.

Hay que elaborar un mapa cultural del municipio y de sus interconexiones en el territorio desde el que conocer:
  • El patrimonio cultural.
  • La red de equipamientos.
  • Los planes culturales municipales e institucionales.
  • La oferta social y cultural del territorio.
  • Los itinerarios culturales y educativos de la población
  • Los centros de atracción cultural de las ciudades cercanas
  • Las potencialidades y debilidades del territorio.
  • Los artistas y actores culturales ubicados en el territorio.
  • Las demandas y necesidades de la población.

El análisis estratégico del municipio y de sus recursos puede ser a la vez cuantitativo y cualitativo, orientado a conocer en diferentes fases la realidad del territorio y adecuar los objetivos del proyecto tanto a sus potencialidades como debilidades. Los datos cuantitativos nos pueden ofrecer información de:
  • Uso de los recursos y equipamientos culturales y educativos de la ciudad.
  • Asistencia a las actividades culturales y educativas.
  • Número de asociaciones.
  • Actividades culturales, educativas y sociales que se desarrollan a lo largo del año.

A su vez, los datos cualitativos, están orientados a:
  • Necesidades de la población
  • Actividad de las asociaciones.
  • Actividad artística.
  • Empresas sociales y su proyección.

Ámbitos artísticos y culturales en el municipio.

  • Patrimonio.

Objetivos principales:

  1. Su preservación y conocimiento.
  2. Su relación con la identidad colectiva y la cohesión del territorio.
  3. Su valorización económica y turística.
  4. Su contribución al atractivo global del territorio.

  • Biblioteca y lectura.
La biblioteca representa el equipamiento de proximidad por excelencia de una ciudad y en muchos casos, sobre todo en entornos rurales o municipios pequeños, el único equipamiento cultural existente. Algunos recursos son:

  1. Préstamo e intercambio de libros y revistas
  2. Zona cultural multimedia: cine, música, juegos informáticos, etc.
  3. Zona de lectura y estudio
  4. Zona de visualización de cine y audición de música
  5. Zona de lectura de prensa y revistas
  6. Zona infantil
Y algunas de las actividades en su interior que puede desarrollar:

  1. Club de lectura: infantil, juvenil, adultos.
  2. Talleres de escritura creativa.
  3. Encuentros con escritores y lecturas públicas.
  4. Cuenta Cuentos.
  5. Teatro infantil.
  6. Concursos literarios
  7. Exposiciones y celebración de días señalados alrededor del libro.
  8. Talleres monográficos.
Y algunas de las que puede ofrecer hacia la ciudad:

  1. Coordinación con escuelas e institutos.
  2. La biblioteca en la calle.
  3. Servicio de préstamo a domicilio.
  4. Apertura de la biblioteca en horario nocturno en fines de semana o periodos de exámenes
  5. Acciones de animación y educación a la lectura
  6. Coordinación con entidades culturales.
  7. Coordinación con el bienestar social.

  • Arte y espectáculos.

Para la realización del proyecto cultural en esta área, es necesario en primer lugar equilibrar el conjunto de actividades a lo largo del año y abordar para cada uno de los ámbitos elegidos acciones que vayan más allá de la mera difusión cultural.

  1. La difusión cultural: Facilitar el acceso a una cultura de calidad supone dos movimientos en todo proyecto cultural:
- Actividad del municipio: que incluye la programación local, la promoción de las iniciativas que surgen del propio territorio y la participación en las redes de espectáculos culturales promovidos por otras instituciones (regionales o estatales) y que son ofertadas a los municipios.
- Actividad fuera del municipio: significa generar a su vez dos líneas de actuación: en primer lugar, establecer una coordinación intermunicipal a través de la contratación conjunta de espectáculos, la disposición de medios de transporte que faciliten el acceso a las actividades culturales de municipios cercanos y la programación conjunta de grandes
eventos. En segundo lugar la programación de salidas y viajes culturales para distintas edades a los centros urbanos más importantes. Éstas pueden consistir por ejemplo en la asistencia regular al teatro o espectáculos musicales, y también en la oferta de
viajes culturales o de formación de carácter anual.

    2. Creación cultural.

-Apoyar a los artistas locales y su proyección.
-Promover la creación cultural.
-Residencia o acogida de artistas.
-Organización de exposiciones, talleres, cursos y encuentros artísticos.
-Exposiciones temáticas y colectivas.


    3. Educación cultural.

-Creación de escuelas artísticas y programas formativos.
-Escuela de música, centros artísticos como cine, música, danza, teatro, etc.
-Programa extraescolar de arte.
-Visitas y conferencias.
-Elaboración de materiales didácticos.

Educación artística.

Objetivos:

-Facilitar el encuentro con las obras artísticas y los espacios de la cultura.
- Desarrollar las prácticas artísticas.
- Favorecer el encuentro con los artistas y los profesionales de la cultura.
- Desarrollar la sensibilidad y el espíritu crítico.

Por último, señalar que existen ocho competencias a desarrollar en las prácticas de la educación artística y cultural:

1- La capacidad de explorar lo común.
2- La capacidad de expresión personal y la capacidad de imaginar aquello que no se puede observar directamente, es decir, la posibilidad de planificar y anticipar.
3- El desarrollo de la originalidad, de la construcción de una mirada personal y de elaboración de las propias respuestas.
4- La aptitud de centrarse en una acción, de escuchar la propia interioridad y de ubicarla en el mundo.
5- La aptitud para aprender ritmos del tiempo diferentes, pausados y concentrados.
6- La aptitud para soportar la tensión. El arte implica la tensión de la espera.
7- La actividad artística introduce a una relación distinta con la norma, implica aprender un lenguaje específico, su vocabulario y su gramática, que es una condición de la intercomunicación.
8- La aptitud para ubicar su trabajo en el mundo, de someterlo a la mirada de los otros y establecer relaciones a través de sus producciones. Ello evita que la apreciación de uno mismo acabe por convertirse en autosuficiencia.

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