lunes, 28 de mayo de 2012

La animación en la comunidad. Jean-Claude Guillet




El siguiente texto trata sobre la pareja: actividad /acción. Expone dos casos, en el primero se produce una actividad de arcilla en la que los animadores del primer caso están vinculados sobre todo al ejercicio de una técnica o a la transmisión de un saber que hace que se les denomine animadores especializados pero, que realizan actividades específicas sin comunicación entre ellas; en el segundo caso, se produce una acción que dará a la población la ocasión de encontrarse, incluso de organizarse por sí misma, acciones no limitadas a la multiplicación de actividades diferentes que la población está invitada a consumir.
Lo que ocurre en el caso de actuar con actividades, es que lo dominante es el interés personal por parte del participante mientras que en el caso de la acción, existen otras motivaciones que son más perceptibles, la investigación de reconocimiento, de prestigio, el deseo de prestar un servicio, la solidaridad…

A esto último de las acciones en animación sociocultural es a lo que refiere fundamentalmente el texto. Como idea principal, nos encontramos con la diferencia entre democratización cultural y democracia cultural. Con la primera, nos referimos a que se difunde la cultura como un medio de oferta-demanda en el que se actúa en torno a marketing y beneficios. Todo ello difundido por los medios de comunicación. Con ello, no se consigue que se crea cultura o arte por interés de las personas en hacer determinadas actividades, sino que se actúa en torno a lo que la gente quiere comprar. Se pierde la esencia de la animación. Hemos observado cómo en diversas ocasiones se ha escogido a un grupo de personas en riesgo de exclusión social o con dificultades de integración social, para participar en concursos de rap garantizándoles que con la creación de canciones que expresen sus sentimientos, malestar o acontecimientos cotidianos de sus vidas, van a conseguir llegar al éxito pero, ¿qué ha ocurrido? Se ha intentado desencasillar la cultura y finalmente esos grupos con ansias de comercializarse y pertenecer al mercado, han fracasado y han pasado a ocupar funciones “descualificadas” para vivir.


A continuación, expondremos un enlace acerca de la democratización cultural que creemos relevante: http://www.slideshare.net/ociogune/la-democratizacin-cultural




En cuanto a la democracia cultural, el autor se refiere al arte y la cultura que se crea por sí sola sin fines económicos. Gracias a ello la población es creadora de lo que quiere, no de lo que vende. Esto posibilita el desarrollo personal y comunitario, para acabar con una sociedad donde la "apariencia" tiende a aplastar a la "esencia". 
La democracia cultural permite que las personas sean actores-creadores de cultura, una cultura que les define realmente y lo muestran al público para que disfruten de ella, la conozcan, la critiquen o la compartan.
La cultura debe ser accesible para todos, no debe ocurrir lo que pasa con campamentos, por ejemplo, que ofrecen actividades que no pueden permitirse la clase baja que antes acudía a ellos por falta de ingresos.

Como opinión personal, el arte y la cultura que se produzca en una democracia cultural siempre perdurará porque se realiza y difunde a raíz de un sentimiento que permite la expresión de costumbres, ideas, pensamientos… se debe crear y hacer actividades en torno a la cultura pero como medio educativo sin olvidar los fines pedagógicos y no teniendo presente los comerciales.




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